Todos los seres humanos por el hecho de encarnar en la Tierra tenemos como regalo el Espíritu, Chispa Divina, Mónada, Dios interno o Ser. Por lo tanto todos podemos acudir a nuestro propio Dios interno y rodearnos de su poder y protección sin necesidad de recurrir a otras entidades o fuerzas externas.
Esta protección se puede realizar en cualquier momento o circunstancia y cuantas veces sea necesario. Por ejemplo, si uno siente que entra en un lugar con energía densa o se encuentra con una persona o sucede alguna situación que no da confianza se puede decir:
" Pido a mi propio Ser en un 7° Nivel de Consciencia dentro de mi propio corazón que me envuelva en una esfera de Energía y Protección".
Si se quiere se puede visualizar o imaginar una esfera de luz que brota desde el corazón y que envuelve toda la persona. También se puede realizar cruzando las manos a la altura del Corazón. Lo importante es sentir cómo brota la protección desde uno mismo.
Esta protección además se puede extender a la habitación en la que uno duerme, la casa, otra persona, una mascota o incluso a distancia.
No hay mejor protección que la que uno se brinda a sí mismo.
Buen ejercicio. Ya lo mencionaba Silo, lo practican los humanistas y yo también. Saludos Alfredo y Carito! Rafael.
ResponderBorrarLo haré porque siento que es necesario...Gracias...Joanna
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